Amaneció en Madrid, y tras la lluvia de la noche anterior, que supuso la interrupción de las palabras del Papa Benedicto XVI, todo vuelve a la calma; el cielo está despejado, la temperatura templada, los chicos ya están de pie. Ahora llega el momento de la oración de la mañana de laudes. En algunos minutos aparecerá el Papa Benedicto XVI y esta semana de tanta gracia se coronará con la misa de envío donde el Pontífice invitará a los jóvenes a transmitir todo lo vivido en estos días.
La iglesia es universal, es joven y se renueva. Continuamos viviendo la fiesta de la fe desde el aeródromo de los 4 vientos, en la ciudad de Madrid.