Evangelio segun San Mateo 16,21-27

viernes, 26 de agosto de
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En aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho por parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole:
«No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede sucede a ti».
Pero Jesús, volviéndose a Pedro le dijo:
«¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi
camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!»
Luego Jesús dijo a sus discípulos:
«El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras».

Palabra de Dios

 

 


 

P. Ariel Weimann  Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Corrientes

 

 

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