Evangelio segun San Lucas 4, 31-37

lunes, 29 de agosto de
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«El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.
«También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

 

Palabra de Dios

 

 


P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María



Hoy nos encontramos con una hermosa parabola del tesoro escondido y de la perla fina. El reino de los cielos es como un tesoro, es como una perla fina, el reino de los cielos es de gran valor, el reino de los cielos es inmensamente grande, vale la pena poder dejarlo todo.

 

La propuesta de la fe aparece como aquella capaz de tomar el corazón de una persona, de tomar el corazón de un joven. Si yo pienso mi experiencia joven en la iglesia, a los 15 o 16 años fuí descubriendo cómo el Evangelio de Jesús iba colmando mi expectativa, como se transformaba para mí en una novedad, como me hacia vivir una adolescencia normal pero con un color distinto. Así yo experimenté mi adolescencia, tambien con mis caídas, mis luchas como cualquier adolescente. Fuí descubriendo la fe no como obligación, no como tradición sino como novedad .

 

Captar el reino de los cielos desde este lugar nos ayuda a descubrir y vivir la fe desde la alegría del encuentro y no tanto desde el peso de la renuncia. Este hombre renunció porque primero encontró, no es que renunció para encontrar un tesoro, él encontró el tesoro y la renuncia fue concecuencia logica para poder tener el tesoro.

 

La vida cristiana no es en primer lugar renuncia sino que es encuentro amoroso con Jesús, un aconteciminto que me cambia la vida, me llena de alegría y la consecuencia es dejarlo todo para seguirlo.

Que tengas una buena semana!

 

Oleada Joven