Evangelio segun San Lucas 5, 1-11

lunes, 29 de agosto de
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En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas a la orilla del lago; los pescadores estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra y, sentado enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar dijo a Simón:
«Lleva la barca lago adentro y echen sus redes para pescar».
Simón replicó:
«Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes».
Así lo hicieron, y cogieron tal cantidad de pescados que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, y le dijo:
«¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!»
Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido; lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón:
«No temas: desde ahora serás pescador de hombres».
Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

 

Palabra de Dios

 

 




P. Luis Cruz Asesor de la Pastoral Juvenil de Santiago del Estero

En este jueves vamos a meditar el Evangelio donde Jesús enseña a la multitud, creo que es un  momento muy importante donde el Maestro se aleja en la barca para poder enseñarles, donde Jesús siendo el Maestro, pide que se aleje un poco, pide ayuda, busca los medios para poder llegar lo mejor posible a esta multitud que lo quería escuchar y que lo seguía , porque todo lo que iba enseñando, las palabras que él iba diciendo, convencían e iban llegando al corazón. Por eso creo que la multitud lo sigue, ve un  modelo de vida, una filosofía, se entusiasma, se enamora.

 

Lo bueno es que Jesús busca los medios, pide ayuda y después mas adelante, termina con esta  pesca milagrosa, cuando les dice: tira las redes, navega mar adentro, y se llenan tanto las redes, que no podían sacar los peces, piden ayuda a los apóstoles a los discípulos para poder llevar a la orilla todos los pescados que habían sacado.

 

Jesús sigue enseñando hoy, y hace poco tiempo hemos vivido como Iglesia, donde el Papa ha convocado a la Jornada Mundial de la Juventud, donde la persona de él, Jesús enseñó a millones de jóvenes, donde la Palabra se hizo eco, en el corazón de el santo Padre, para poder transmitir a estos jóvenes y enviarlos a navegare mar adentro, en cada una de sus comunidades, a poder ser esos pescadores de hombres, de jóvenes que puedan llevar para enamorar también esta propuesta de Jesús.

 

Creo que la propuesta del Santo Padre es la misma propuesta del Maestro, es esa palabra de vida, es esa palabra de amor, esa palabra que convence y que entusiasma, enamora y que por eso también han respondido millones de jóvenes a esta jornada Mundial de la Juventud. Hoy sigue enseñando desde la persona de él.

 

Jesús sigue enseñando, busca los medios, se prepara, por medio de nosotros para poder enseñar pero también  a su vez, para que nosotros podamos reconocer su Palabra en nuestro y hermanos, y dejarnos entusiasmar e impulsarnos a ser esos evangelizadores, como dice el Santo Padre, en cada rincón de nuestra tierra.

 

Le pedimos al Maestro, que el sea nuestro Maestro siempre, que el sea nuestro guía y que él nos enseñe a descubrirlo en nuestras comunidades, para que nosotros también podamos transmitir este mensaje, esta enseñanza, mirando a la realidad de la multitud que desea escuchar y desea sentir la Palabra de Vida en su corazón. Que como jóvenes podamos ser esos maestros de tantas personas que lo necesitan.

 

Oleada Joven