No tienen por qué apurarme el paso
si voy escuchándote mi Dios;
no tienen por qué gritarme tanto
por radio y por televisión…
Mi pensamiento es un campo
que quiero plantarlo yo,
ser libre como las aves
con las alas que Vos me diste.
No quiero ser copia de nadie
pues soy imagen tuya Señor,
por amor seré responsable
de los pasos de mi razón.
Yo sé que no soy un ángel
ni tampoco un malhechor
soy simple hombre de barro
elegido por Vos.
Y si digo que todo está bien
por sólo ser yo su inventor
soy mentiroso, necio y farsante
por olvidar lo mejor.
Que todos llevamos un poco
de santo y de pecador.
Por eso yo te pido, Señor
me regales tu perdón.
Esteban Gumucio SS.CC.