Evangelio según San Lucas 9, 7-9

miércoles, 21 de septiembre de
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En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía:
«A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste, de quien oigo semejantes cosas?»
Y tenía curiosidad de ver a Jesús.



Palabra de Dios










P. Luis Cruz Asesor de la Pastoral Juvenil de Santiago del Estero



En este jueves que estamos celebrando, el día de la feria, el cuarto jueves de este mes de Septiembre, donde muchísimos jóvenes se reúnen para celebrar el día del estudiante, jóvenes que se reúnen para poder vivir la alegría de la vida donde creo que es un momento muy interesante para que nosotros también como jóvenes podamos reflexionar el Evangelio que se nos presenta hoy, especialmente hay un texto del Evangelio donde Herodes quería conocer a Jesús. Creo que nosotros podemos también tener esa inquietud, inquietud como jóvenes en este contexto de fiesta, en este contexto de primavera, un contexto donde toda la vida renace en la naturaleza, por medio de plantas de flores y que bueno que nosotros también podamos tener esa inquietud de poder ver a Jesús, de conocerlo, porque muchas cosas hemos escuchado del Maestro, y lo hemos escuchado por medio de tantas personas y por medio de tantas situaciones concretas. La inquietud de nuestro corazón es conocerlo un poco mas, poder llegar al corazón del Maestro y poder decir  ¿Por qué conmueve tantas vidas, por qué da tanta esperanza y entusiasma y contagia esa alegría pascual. Que nosotros como jóvenes sen este contexto de nuevo impulso de la naturaleza en esta primavera, que nosotros también podamos tener ese impulso y renovar nuestra fe, de poder acercarnos cada día más al Maestro, Jesús, para poder verlo contemplarlo, reconocerlo  e interiorizarlo, para que esa Palabra pueda invadir nuestro corazón, y así entonces pueda florecer esa nueva juventud en nuestra sociedad, desde el contexto de la primavera, pero también con una fe fuerte, firme y que puedan florecer en el corazón de tantos jóvenes y tantas familias que hoy lo necesitan.

 

Primavera, tiene que ser como decía el Papa Juan Pablo II haciendo referencia a los movimientos en la Iglesia, diciendo los movimientos son la nueva primavera en la Iglesia, hoy nosotros podemos decir también, los jóvenes pueden ser la nueva primavera de la Iglesia, que puedan dar vida a tantas comunidades que tanto lo necesitan, pero para eso hace falta también querer ver a Jesús, querer conocerlo, porque si no es imposible querer dar vida sin la presencia del Maestro.

 

Como jóvenes en este contexto de festividad, fiesta, de primavera podamos ser esa esperanza y esa nueva primavera de la Iglesia en nuestra sociedad y en nuestras comunidades, especialmente en nuestras familias y en el contexto de las fiestas que se celebran todos estos estudiantes, profesores, toda esta fiesta tan importantes que son para la educación, que nosotros podamos ver al Maestro, dejarnos educar por El y poder ser los educadores en esta primavera de la Iglesia que tanto lo necesita hoy en nuestra sociedad.

 

 

Oleada Joven