15 de mayo Últimas conversaciones
Me siento muy contenta de irme pronto al Cielo. Pero cuando pienso en aquellas palabras del Señor: "Traigo conmigo mi salario, para pagar a cada uno según sus obras", me digo a mí misma que en mi caso Dios va a verse en gran apuro: ¡Yo no tengo obras! Así que no podrá pagarme "según mis obras"… Pues bien, me pagará "según las Suyas"…
Me he formado del Cielo una idea tan elevada, que a veces me pregunto cómo se las arreglará Dios, después de mi muerte, para sorprenderme. Mi esperanza es tan grande y es para mi motivo de tanta alegría (no por el consentimiento sino por la fe), que necesitaré algo que supere todo pensamiento para saciarme completamente. Preferiría vivir en eterna esperanza a sentirme decepcionada.
En fin, pienso ya desde ahora que, si no me siento suficientemente sorprendida, aparentaré estarlo por darle gusto a Dios. No habrá peligro alguno de que le haga ver mi decepción; sabré ingeniármelas para que él no se dé cuenta.
Por lo demás, me las arreglaré siempre para ser feliz. Para lograrlo, tengo mis pequeños trucos, que tú ya conoces y que son infalibles… Además, con sólo ver feliz a Dios me bastará para sentirme yo plenamente feliz.
Teresita de Lisieux
Fuente: Obras completas Teresa de Lisieux Editorial Monte Carmelo