Evangelio segun San Lucas 11, 29-32

domingo, 2 de octubre de
image_pdfimage_print

 En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: 
«La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo. 
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del Sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. 
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

 

Palabra de Dios


 



Pbro. Maximiliano Turri

 

“La fe no se impone, sino que se propone”, enseñaba el Papa Benedicto XVI, allá por el año 2008.

Esto es, no se puede hacer creer a nadie por la fuerza, cuando a nosotros nos parece que era más fácil creer para aquellos que lo vieron o compartieron con Jesús, estamos equivocados; lo tenían delante suyo, y aún estando en su presencia, no le creyeron.

 

Los judíos eran hombres creyentes, tenían todo para poder creerle, pero aún así no fue posible para la gran mayoría.

Toda la vida de Jesucristo fue un signo, una señal. Toda su persona fue mostrada al Padre, “el que me ha visto, ha visto al Padre”, le va a decir Jesús a Felipe en el Evangelio de San Juan. Es por eso que lo llamamos el primer misionero.

Él sale del seno de la Trinidad hacia el encuentro de todos los hombres, Él es la muestra del amor que Dios nos tiene, Él muestra el proyecto de Dios Padre para con toda la humanidad.

 

Esta es la misión que cada uno de los creyentes poseemos, ser signo del Evangelio, es decir, representar en la vida, en el modo de relacionarnos, en el modo de enfrentar el dolor, la enfermedad, y sobre todo, la muerte, la belleza que el Evangelio encierra y proponer a todos la verdad que esconde.

 

No podemos imponer a nadie lo que creemos, pero sí debemos proponerlo con nuestra forma de vivir.

 

Que tengas un hermoso día. Que Dios te bendiga.

 

 

Oleada Joven