Vengo a Vos Señor, para que me des la mano antes de comenzar el camino de este tiempo.
Que tus ojos se posen un momento en los míos.
Que me encuentre a mí mismo con la certeza de que Vos me acompañas.
Poné dentro de mí tu Palabra, ¡mientras atraviese el desierto del ruido!
Que la fuerza de tu Palabra entre en mis pensamientos, en mis miedos, en mis debilidades,
y que se detenga allí donde se necesite renovar mi vida.
Amén
Mauricio Baeza