Si quieres ver las evidencias de que hay un Dios, mira a tu alrededor en cualquier lugar que te encuentres.
Él esta hablando a tus sentidos e impresionando tu alma mediante Sus obras creadas.
Lo visible ilustra lo invisible.
En todas las cosas que hay sobre la tierra, desde el árbol más alto del bosque hasta el liquen que se adhiere la roca, desde el océano sin límites hasta el caracol más diminuto de la costa, pueden contemplar la imagen y la inscripción de Dios.
La perfección de la obra de Dios se ve tan claramente desde el más pequeño insecto hasta el rey de las aves. …cada flor que se abre, cada hoja con sus nervaduras, testifican la habilidad infinita del gran Artista Maestro.
Dios hace la simple hoja, la pequeña flor, la hoja de una planta, con tanto cuidado como cuando crea un mundo.
Aunque ajadas, todas las cosas manifiestan la obra de la mano del gran Artista Maestro.
"Dios es amor" está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba… en las flores exquisitamente matizadas que en su perfección perfuman el aire…
En el canto del pájaro y el pimpollo que se abre, en la lluvia y la luz del sol, en la brisa estival y en el suave rocío, en diez mil objetos de la naturaleza, desde el cedro del bosque hasta la violeta que florece a su pie, se ve el amor que restaura.
Y la naturaleza nos habla todavía de la bondad de Dios.
Fuente: motivaciones.org