En aquel tiempo, la multitud rodeaba a Jesús en tan gran número, que se atropellaban unos a otros. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de la hipocresía. Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por eso, todo lo que ustedes hayan dicho en la oscuridad se dirá a plena luz, y lo que hayan dicho en voz baja y en privado, se proclamará desde las azoteas. Yo les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más. Les voy a decir a quién han de temer: Teman a aquel que, después de darles muerte, los puede arrojar al lugar de castigo. Se lo repito: A él sí tienen que temerlo. ¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios. Y por lo que a ustedes toca, todos los cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues: porque ustedes valen mucho más que todos los pajarillos».
Palabra de Dios
P. José Navarro Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Tucuman
Como les decía en la presentación de este momento en radio maría, mi nombre es José, soy cura de la arquidiócesis de Tucumán y tengo el encargo de asesorar a la comisión de pastoral de juventud de mi diócesis. Mi arquidiócesis tiene como patrona a Nuestra Señora de la Merced, redentora de cautivos. La Virgen María se le apareció a san Pedro Nolasco y le dio la misión de rescatar o redimir o liberar a los cristianos que cayendo prisioneros de los musulmanes corrieran el peligro de perder lo más preciado de sus vidas: la fe.
Hoy en día no creo que caigas prisionero de los moros, pero si hay mucha gente cautiva y que necesita ser liberada, redimida…
El problema no es perder la libertad física (como la tiene un pajarito que anda volando por ahí), sino perder la libertad interior. Esta libertad interior que Dios te dona a través del Espíritu. Y una de las formas de perder tu libertad es la de caer en la hipocresía, esta palabrita de origen griego, dice el diccionario de la real academia española que significa: “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”. Para Jesús, los fariseos eran el caso típico de la simulación, de la apariencia, por eso les decía “sepulcros blanqueados” que bajo la apariencia de la pintura blanca escondían podredumbre (Mt23,27), porque se presentan ante la sociedad como personas “justas y honradas” (Mt23,28), pero no lo eran.
Jesús quiere que disfrutes de la fiesta de la vida, pero para ser feliz es necesario que te cuides de caer en esa obsesión por disfrazar la propia realidad, porque “no hay nada escondido que no se descubra” (Mt,12,2). No tengas miedo a la verdad, ¡porque la verdad te hará libre…! Jesús te dice siempre la verdad. Y que vos “vales más que muchos pajaritos” es cierto…y es una invitación a no caer en la apariencia, en la cautividad de la hipocresía en la que no solamente te engañás a vos mismo sino también a los demás…pedile al Señor la gracia de ser transparente a vos mismo y reconocer tu verdad.
Nuestra Señora de La Merced, redentora de cautivos, intercede por mi y por las personas que amo y por todos los jóvenes….