Ayudanos Señor por medio de tu Palabra
a clarificar las intenciones de nuestras actitudes.
Que tu luz ilumine las profundidades de nuestro ser
y ponga ante el descubierto de nuestra propia mirada
las verdaderas razones que nos mueven en la vida.
Ven Señor Jesús, solo Vos tenés palabras de Vida Eterna.
Ven Señor Jesús, tu Palabra es para mí
más deliciosa que miel en la boca.
Ven Señor Jesús, instrúyeme en el camino de tus mandatos
para que pueda correr con mi corazón ensanchado
hacia tu encuentro y el de mis hermanos en la búsqueda del bien.
Amén!
Hna Silvia, Orden Carmelita Descalzos