Evangelios según San Lucas 10, 1-12

lunes, 17 de octubre de
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En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir. Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos: Rueguen, pues, al dueño que mande obreros a su cosecha. ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni morral, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: Paz a a esta casa. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en esa casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa.
Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: Está cerca de ustedes el Reino de Dios.
Pero si entran en un pueblo y no los reciben bien, salgan a la plaza y digan: Hasta el polvo de su pueblo que se nos ha pegado a los pies, lo sacudimos sobre ustedes en señal de protesta. Pero sepan de todas formas que está llegando el Reino de Dios.
Les digo que el día del juicio será más tolerable para Sodoma que para ese pueblo».

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María



En la fiesta de uno de los amigos de Jesús, San Lucas el evangelista, queremos, queridos jóvenes, reflexionar juntos sobre esta invitación de Jesús a la misión. él que envió a sus discipulos a la misión, y en esto de pensar la misión, de vivir como misioneros nuestra fe se nos viene al corazón tantos y tantas jóvenes de los que quizás vos seas uno  que sostienen los proyectos diocesanos de los movimientos a través de las misinoes juveniles.

 

Cuantos jóvenes que descubren su fe y viven la fe en las misiones en los veranos en las vacaciones de Julio y en nuestra diócesis, que es lo que quiero compartiles, hace más de 20 años que los jóvenes sostienen un proyecto de misiones juveniles diocesanas, donde los jóvenes se forman durante un año, arman los grupo de misión mezclados con distinas comunidades acompañados por seminaristas. Éstos grupos misionan los pueblos y sobre todo a los jóvenes de los pueblos, son misiones de jóvenes para jóvenes. Suena fantástico, el Señor ha derramado su Espíritu Santo y a dado fruto abundante a través de la generosidad de tantos jóvenes que en estos 20 años han pasado  por esta experiencia. También decimos que el 80% más o menos de las vocaciones propias de la diócesis de Villa Maria, de donde yo soy cura, han surgido como misioneros o como misionados de estas misiones juveniles. Por eso, este testimonio es un incentivo y seguro habrá muchos más para compartir.

 

Quiero que sea para todo padre, normal nuestro compromiso misionero sabiendo de una presencia de Jesús en la vida de cada uno de nosotros.


Que tengan una buena semana!!

 

Oleada Joven