Evangelio según San Lucas 12, 39-48

lunes, 17 de octubre de
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En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre».
Entonces Pedro le preguntó:
«¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió:
«Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese empleado, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene.
Pero si ese empleado piensa:
“Mi amo tardará en llegar” y empieza a maltratar a los otros empleados, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de los desleales.
El empleado que conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más».



Palabra de Dios

 

 


 

P. Mariano Cortes Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de 9 de Julio

 

Oleada Joven