Evangelio segun San Lucas 13, 10-17

domingo, 23 de octubre de
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 Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había allí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo; estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: 
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad». 
Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. 
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: 
«Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado».
Entonces el Señor dijo:
«¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abrahán, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?» 
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que él hacía.

 

Palabra de Dios


 


 

P. Maximiliano Turri Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Chascomús

 

 ¿Por qué habrá estdo así de encorvada  ésta mujer del evangelio? ¿Qué Habrá cargado sobre su espalda? ¿Qué peso le habrá tocado llevar sobre sus hombres? Ni sabemos cuál era esa enfermedad; el evangelio no nos dice nada. Lo que sí nos dice es que Jesús la vió y la llamó, y fue Él el que le permitió mirar hacia adelante. Ella cargaba el peso de una vida sin Dios, de una vida en  la soledad existencia, que la llevaba a verse más aplastada por la realidad.


Vivir con la ausencia de Dios en nuestras vidas es lo pero que nos puede suceder.


Cada día nos encontramos más personas que habiendo abandonado a Dios en sus vidas quedan aplastadas en sus corazones, sus vínculos humanos y su forma de vivir.


La asusencia de Dios produce la ausencia de perspectiva, de futuro.  Por eso el Santo Padre, en su último viaje a Alemania, propuso como lema: “Donde está Dios, hay futuro.”; porque en el mundo actual, haber eclipasado a Dios de la vida humana, hace caer en la angustia, hace perder la esperanza, hace encorvar la mirada y perder el horizonte.


Los legalistas que se oponen a Jesús, son un fiel reflejo de los que hoy miran de reojo al que está encorvado, en vez de ir a su encuentro con la liberación que el evangelio le propone.

 

Seguir poniendo condiciones, seguir levantando el dedo antes de ir hacia los enconrvados de hoy, es  el pedido que la iglesia nos sigue pidiendo. Aquello de salir de las sacristías y acercarse a las realidades, dolores y esperanzas que tienen tantos que no recibieron la Buena Nueva.


No es lo mismo la vida con Dios que sin Dios. No es lo mismo enfrentar cada día sin contar con Su presencia; de saberse sostenido por Él. Tantas situaciones en donde necesitamos sabernos
sostenidos por Su Amor; como los momentos de desesperación, de enfermedad, de soledad, de tristeza.


Si estás encorvado, si perdiste la esperanza, si te parece que nada tiene sentido. Hoy es un hermoso evangelio para  renovar la esperanza pero solamente desde Él, sabiendo que es el único que nos sotiene.


Que tengas un hermoso día, que Dios te bendiga.

 

Oleada Joven