Evangelio según San Lucas 14, 1. 7-11

viernes, 28 de octubre de
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Un sábado entró Jesús en casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, y ellos estaban espiándolo. Mirando que los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
«Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya otro invitado más importante que tú; y el que los invitó a los dos venga a decirte: “Déjale el lugar a éste”, y entonces tengas que ir todo avergonzado a ocupar el último asiento.
Por el contrario, cuando te inviten, siéntate en el último puesto; así, cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate a la cabecera”.
Entonces te verás honrado ante todos los convidados.
Porque todo el que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido».
Un sábado entró Jesús en casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, y ellos estaban espiándolo. Mirando que los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
«Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya otro invitado más importante que tú; y el que los invitó a los dos venga a decirte: “Déjale el lugar a éste”, y entonces tengas que ir todo avergonzado a ocupar el último asiento.
Por el contrario, cuando te inviten, siéntate en el último puesto; así, cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate a la cabecera”.
Entonces te verás honrado ante todos los convidados.
Porque todo el que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido».



Palabra de Dios

 

 


 

P. Guillermo Feldmann Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

 

 

Oleada Joven