Señor, Vos llegás hasta el fondo
y me conocés por dentro.
Lo sé! conoces cuando me paro
o cuando no sé qué hacer.
Mis ilusiones y deseos los entendés
como si fueran tuyos.
En mi camino has puesto tu huella,
en mi descanso te sentaste a mi lado.
Todos mis proyectos los conocés plenamente.
Vos escuchás el corazón de mi hermano
metido en el silencio,
cuando aún no tiene palabras
para abrirse a Vos.
Es increíble! me rodeas totalmente,
me cubrís con la palma de tu mano y me siento tuyo.
Como grano de arena en el desierto,
como gota de agua perdida en el mar,
así me encuentro ante Vos,
Dios mío, quiero abrir mis brazos y abrazarte,
quiero llegar hasta tu orilla
pero nunca toco tu tierra.
Me digo y no sé qué responderme: ¿A dónde iré
que no sienta el calor de tu aliento?
Y me digo ¿A dónde escaparé
que no me encuentre con tu mirada?
Cuando escalo mi vida y me supero,
allí estás Vos.
Cuando me canso en el camino y me siento barro,
allí, perdido en mi dolor, te encuentro a Vos.
Cuando mis alas se hacen libertad sin fronteras
y toco el despertar de algo nuevo;
cuando surco los mares de mis sueños
y me libro de la arena pegadiza de mis playas,
ahí está tu mano, y tus ojos, y tu boca
ahí, como amigo fiel, de nuevo está Vos.
Sos como manantial de donde brota el río,
como raíz de donde arranca el árbol.
Tu vida se ha hecho vida en mis entrañas;
me has dado el origen y quieres que camine
hacia la meta que no es otra sino Vos mismo.
Soy tuyo: sólo tu amor da respuesta a mi pregunta.
Me amabas ya cuando me tejiste en el seno de mi madre.
Te doy gracias porque me has llamado a ser feliz.
Señor, me conoces hasta el fondo de mi alma,
nada se te oculta de cuanto soy en lo más profundo de mi ser.
Yo me pregunto si el sentido de mi vida
puede darse si le faltaras Vos.
Señor, aunque mi árbol se quede sin hojas,
aunque la poda lo deje desnudo y solo,
aunque el sol lo apriete hasta hacerlo llorar
Señor, en mi árbol, mi hoja serás siempre Vos.
Dios mío, sondéame para conocer mi corazón,
ponme a prueba para conocer mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía.
Guíame por el camino nuevo
que has abierto entre los hombres.
Quiero hacer de él un proyecto para mi vida,
y, paso a paso, desde lo hondo de mi ser,
vivir para Vos.
Amén.
(Anónimo).