Evangelio según San Lucas 16, 1-8

miércoles, 2 de noviembre de
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En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo:
“¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador”.
Entonces el administrador se puso a pensar:
“¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan”.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó:
“¿Cuánto le debes a mi amo?”
El hombre respondió:
“Cien barriles de aceite”.
El administrador le dijo:
“Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta”.
Luego preguntó al siguiente:
“Y tú, ¿cuánto debes?”
Este respondió:
“Cien sacos de trigo”.
El administrador le dijo:
“Toma tu recibo y haz otro por ochenta”.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz».



Palabra de Dios

 

 


 

P. José Navarro Asesor de la Pastoral de la Diócesis de Tucumán


Hoy la liturgia nos propone esta parábola del Señor para nuestra meditación. Es algo extraña,  ya que nos propone como ejemplo a este administrador a quién su señor le pide cuentas de su trabajo ya que lo denunciaron por malgastar los bienes a su cargo. Y este administrador, para no quedarse en la calle compra la buena voluntad de los deudores reduciéndoles las deudas.


Jesús alaba la astucia de este hombre y concluye diciendo que los hijos de este mundo son más hábiles en los negocios que los hijos de la luz.

 


Jesús no nos invita a que seamos deshonestos…!!!sino tendríamos que justificar que el hacer machetes para un examen o copiarse es bueno ya que lo importante es aprobar…!!! No…!! Sacarse una buena nota  copinándose es deshonesto, y esto termina siendo para nuestra vida una pérdida más que una ganancia…
Hoy en día hablamos mucho de la corrupción de los políticos, pero no sólo la corrupción se vive  a nivel del gobierno o de los políticos, sino también en lo cotidiano de nuestras vidas: como pasar el semáforo en rojo, tirar basura en la vía pública, copiarse, etc.


Jesús nos enseña que hay acumular tesoros en el cielo donde la polilla y el herrumbre no lo corroen… por eso siempre hay que apostar  por el bien; no porque todos hagan mal justifica que yo lo tengo que hacer, diciendo que eso es normal porque todos lo hacen. La ganancia que tenemos que buscar es invirtiendo todo nuestra energía haciendo el bien a los demás…

 

 

 

Oleada Joven