Evangelio segun San Mateo 25, 1-13

viernes, 4 de noviembre de
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: “¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!” Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: “Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.


Las previsoras les contestaron: “No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo”. Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él les respondió: “Yo les aseguro que no las conozco”. Estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora».

 

Palabra de Dios


De nuestra redacción



El evangelio de hoy termina con las palabras de Jesús que nos invita a estar alertas: "Estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora". "Estén preparados"… ¿pero preparados para qué?. 

En muchas oportunidades en los evangelios aparecen estos relatos en los que Jesús invita a estar atentos, a permanecer en vela, a mantener las lámparas encendidas. Como decía Juan Pablo II, al comenzar el milenio, "recordar con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro".  Es que en definitiva el "hoy" es el tiempo de Dios; y el nuestro. El pasado ya fue y no podemos hacer nada para que sea diferente, el futuro todavía no es y se contruye con el "hoy".  

"Hoy es el día de la salvación" le dice San Pablo a los Corintos… El Señor "hoy" nos sale al encuentro, en un "hoy" que es eterno porque se repite cada día. ¡Que no se nos pase la vida sin haber aprovechado este "hoy"!  Estemos atentos, con los ojos abiertos, pero principalmete con el corazón predispuesto para el gran encuentro. Fuimos creados por el amor y para el amor, para el encuentro con el Amor… y ese encuentro se puede dar cada día, en cada momento y a cada hora. ¡Estemos atentos! Porque hoy es el día de la salvación.

 

Oleada Joven