El saludo de María

miércoles, 9 de noviembre de

 Mes de María

 

 

Se cuenta que el Padre Kentenich estando en el campo de concentración de Dachau, ante la terrible realidad del hambre que causaba la muerte de muchos prisioneros, propuso entre sus hermanos Schonstattianos rezarle una Novena a Mamá María. ¡Y la ayuda del Cielo no tardó en llegar!

 

Pero ésta novena era muy particular ya que consistía en una simple oración: "Madre, yo te saludo; Madre, salúdame también Tú a mi."



Y cuando todos se asombraban de su sencillez simplemente les respondía que ése saludo obraba milagros, tal como el saludo de María a Isabel: Isabel reconoció, iluminada por el Espíritu Santo, que María llevaba al Mesías bajo su corazón, Juan su hijo fue santificado en su seno, Zacarías recobró el habla.



Y qué bello sería sumarse en confianza a ésta oración, hacerla nuestra y pedirle a Ella que nos salude, que salude a nuestras familias, amigos, a los jóvenes, a los ancianos, a aquél problema, a aquél sueño, aquella herida, a todo lo que late en nuestro corazón…



Así es María, en la sencillez, en lo pequeño, en lo simple está Su belleza…

 

 

Oleada Joven