El Navegante: …… Navego en mi barco de papel por un río de misericordia, enfrentando tormentas y huracanes, y nada hunde ni debilita la nave, y luego confiado he intrigado, poco a poco me desvío por los ramales hacia otros ríos donde navego en el nuevo soldado y sereno río, pero una suave brisa comienza a deteriorar mi barco rápidamente, pudiendo regresar sigo esperando que el sol seque mi papel, pero aún más se debilita mi barco, preocupado estudio mi vitacora y revisó mis hazañas anteriores pensando en poder solucionarlo con mi basta experiencia y gran destreza en la navegación, hasta que al darme por vencido y al borde del naufragio, medito y recuerdo que el sostén de mi barco no era el papel o mi experiencia, sino el río de misericordia que abandoné y que se encuentra en un ramal que golpea a mi puerta para cenar nuevamente conmigo…
Autor:Francisco "Pancho "Isaurralde.