Evangelio según Sam Lucas 19, 41-44

miércoles, 16 de noviembre de
image_pdfimage_print


En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:
«¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba».

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Luis Cruz Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Santiago del Estero

 

El Evangelio donde Jesús contempla Jerusalén llora por ella; es una imagen muy profunda del maestro, donde se sienta, ve a la ciudad y llora por la dureza de su corazón, la dureza de tantas cosas que no había escuchado esa propuesta de Dios, una imagen que nosotros hoy podemos traer a nuestra realidad, a nuestras comunidades, a nuestras provincias, a nuestro país, si Jesús se sentara y contemplara esta realidad, ¿Qué pensaría, qué diría? ¿Cuál sería su rostro?

 

Uno tiene que pensarlo bien porque creo que uno va contemplando y va mirando una realidad donde uno descubre y si realmente se parece a esa Jerusalén que Jesús contempla o se parece a una nueva Jerusalén, donde encarna esa propuesta de Dios? Donde hace visible el Mensaje del Reino, donde hace presente el Amor y donde experimenta que muchas veces es lo más esencial el tema de la  Misericordia, del perdón, para que uno pueda conciliarse y uno pueda entablar la unidad que tanto nos pide nuestro Maestro.

 

Creo que nosotros también podemos mirarnos, ponernos en esa mirada de Jesús, que pueda estar delante nuestro y contemplar nuestro corazón, cómo esta especialmente como jóvenes y de forma personal qué es lo que miraría hoy? Lloraría, estaría contento? Y bueno muchas cosas que uno las respuestas las va encontrando de forma personal, cada uno. Lo importante es que también nosotros nos dejemos contemplar por Jesús, pero a su vez que nos podamos poner en lugar de él y nosotros ser esa imagen y semejanza de Dios, por medio de Jesucristo y contemplar nosotros nuestras realidades, de forma tan especial hoy, qué es lo que le está faltando, cuál es la dureza de su corazón, qué  es lo que esta haciendo y cuáles son las virtudes, cuáles son los talentos, cuáles son los dones que los jóvenes van mostrando hoy también, y que ayudan a construir comunidad, por eso creo, que poniéndonos bajo la mirada de Jesús que él nos pueda contemplar para que nosotros podamos ser contempladores de esa realidad desde esa imagen y semejanza.

 

Creo que si nosotros reflexionamos este Evangelio desde este punto de vista, entonces muchas cosas buenas y ricas vamos a encontrar seguramente, y poder seguir trabajando y apostando por esas virtudes que ya los jóvenes  hacen presentes.

Que María Nuestra Madre, especialmente de Santiago del Estero, que nos estamos preparando para la fiesta de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, que Ella pueda acompañar a cada joven, que escucha esta radio, especialmente este programa, que Ella pueda brindarnos ese consuelo que acuna entre sus brazos, que es Jesucristo Nuestro Señor, el gran contemplador de nuestras vidas, para que nosotros también  podamos ser los contempladores de la vida de los jóvenes, que Ella nos acompañe y nos ayude hoy y siempre.

 

Oleada Joven