En diálogo con los jóvenes
Respondiendo, en Loppiano (Florencia) el 17 de enero de 2002, a una pregunta de una gen 3, Chiara Lubich habla de Chiara Luce…
En estos días he comprendido que a menudo la Voluntad de Dios es hacer lo que más me cuesta. Me doy cuenta de que no siempre es fácil y, si no cumplo a la noche estoy triste. ¿Cómo puedo vivirla siempre, aún en los momentos más difíciles, como tú?
Para cada uno de nosotros hay un designio de Dios. Esto significa que cuando Dios te creó, pensó: “Sería hermoso que emprendieras este camino para llegar hasta Mí”. Y recorres ese camino, si haces la Voluntad de Dios. Como decimos habitualmente, caminar hacia el sol. Del sol parten muchos rayos; si caminas en tu rayo, haciendo la Voluntad de Dios, vas directo al sol. Las dos llegamos al sol, que es Dios. Así avanzamos en el trayecto correcto y nos hacemos santos, perfectos, como Chiara Luce. De niña también tuvo momentos como el tuyo, pero después se corrió y fue adelante siempre en su rayo. Para facilitar el camino, vivía el momento presente, porque en el presente lo logras, porque hay una gracia especial que llamamos “actual”, la gracia del momento. Si ahora me prestas atención, no tienes que esforzarte mucho, ¿por qué? Porque tienes la gracia del momento, si, por el contrario, piensas en el futuro o en el pasado, la vida te pesa. Deberías seguir el designio de Dios, como Chiara Luce.
Beata Chiara Luce Badano
Si sigues el designio de Dios, ¿qué sucede? ¡Algo estupendo! Cuando ya no estés porque hayas partido, esperemos, hacia el Paraíso, continuarás viviendo de alguna manera en la tierra porque quedará de ti una estela de luz.
Cuando era chica me gustaba el nombre de Chiara y por eso lo adopté: porque Santa Clara de Asís dejó una estela de luz, es decir, se la ha recordado durante siglos y siglos aprendiendo de ella. Chiara Luce también dejó el recuerdo de su vida, de las palabras que decía, de las metas que se proponía, esa “valija” que quería llenar de actos de amor para ir al Paraíso.
Todos lo recuerdan; basta leer el libro que cuenta su vida. Por lo tanto, también tú debes hacer todo lo posible para estar en el rayo del momento presente, y no salir de él. De suceder, hay que recomenzar.
Recomenzar quiere decir que allí queda un corte que después se arreglará, mientras tanto, tú sigue adelante.
Fuente: "La voluntad de Dios", Chiara Lubich, Editorial Ciudad Nueva