La Vida Sobrenatural

martes, 6 de diciembre de

Lo que es locura a los ojos de los hombres es sabiduría a los ojos de Dios.

VIVIR CIEN POR CIENTO LA VOLUNTAD DE DIOS.


102 ¡Ay de ti si los hombres te elogian cuando Dios te reprueba! Si los hombres te insultan, te calumnian y te maldicen, pero Dios te alaba, ¡feliz tú, porque posees el Reino!

103. Cuando la multitud grita: ¡suéltanos a Barrabás! Barrabás no se hace menos bandido. Y cuando grita: ¡Crucifícalo! Jesús, el inocente, no se hace menos Hijo de Dios.

104. Las más dolorosas de todas las ingratitudes, traiciones y calumnias, son las que vienen de la maldad irreflexiva de las personas de las que jamás se hubiera sospechado. Tu reacción ante ellas será:

* las perdonarás desde el fondo de tu corazón.

* llegarás hasta pedirles perdón, si están a disgusto contigo.

* las amarás y orarás por que se les abran los ojos.

* y, más que nunca, rehusarás fiarte de la tranquilidad que el mundo pueda darte.

105. Alégrate de tus éxitos, pero agradece al Señor lo que otros logran mejor que tú.

106. Lo que es locura a los ojos de los hombres es sabiduría a los ojos de Dios.

107. La cruz es un escándalo para los judíos, una locura para los griegos. Para nosotros la Cruz del Señor es un motivo de orgullo.

108. ¿Te pasas todo el día en la Iglesia? ¿Y eres por eso más virtuoso?

Discutes todavía el pro y el contra, reaccionas conforme a la sabiduría del mundo, conforme a tu amor propio… Santiago y Juan habían acompañado a Jesús desde hacía tiempo cuando el Señor les preguntó: ¿De qué espíritu sois? (Lc 9,55)

109. No me digas que tú escuchas la voz de tu conciencia. ¿Tienes una conciencia que puedas seguir?

110. Pobreza, obediencia, sacrificio, humillación, caridad, perdón, modestia, todo esto es estupidez a los ojos de nuestros contemporáneos. A los ojos del Señor ésta es la verdadera nobleza. Lo que el mundo llama desgracia el Señor lo llama felicidad.

111. Mira todo con la mirada misma de Dios. Verás cómo las cosas cambian de valor y de dimensión.

112. Para cada una de tus actividades y de tus luchas haz rápidamente este cálculo: ¿En qué porcentaje viene esto de Dios? ¿En qué porcentaje viene de mi egoísmo, de mi propio interés, de mi gusto personal?. Es posible que la parte de Dios no sea muy importante.

113. Pablo plantó, Apolo regó, pero Dios dio el crecimiento.

114. Si no hubiera Resurrección los cristianos serían los seres más miserables de la tierra.

115. Deja de proclamar: “En nombre del Señor, en nombre de la Iglesia…” Recógete bajo la mirada de Dios y pregúntale con toda franqueza: “Según tú ¿actúo únicamente por ti? ¿O eres para mí sólo una motivación secundaria? ¿Tengo otros móviles que no me atrevo a descubrirte… ?

116. Te has consagrado al Señor, pero continúas comparando tu suerte con la de los otros. Te quejas de que ellos tienen tal y tal otra cosa que tú no tienes. ¿Lamentas entonces haberte puesto sin condición al servicio del Señor?

117. “Señor, hemos visto a Satanás caer del cielo corno un relámpago” “Gozaos porque vuestros nombres están escritos en el cielo, no porque hayáis hecho milagros”.

 

 

          Escrito por el Card. Fco. Xavier Nguyen Van Thuan

 

 

 

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