Madre, ¡cómo me cuesta decirle sí al Señor!
Como cuesta decir sí más allá de las palabras,
Decir si con los hechos,
con actitudes, con gestos,… ¡con la vida!
Enseñame a esperar en el Señor,
a confiar en su palabra,
a dejarme guiar por su Espíritu,
a llenarnos de su buen amor y alegría
Enseñame a escuchar su voz,
en la realidad de todos los días,
en el sufrimiento de tantos,
en las ansias de liberación y cambio,
en la sed de justicia de las mayorías,
Enseñame a orar Madre
para discernir donde poner los esfuerzos
y descubrir mi lugar y misión.
Enseñame a orar
para no desalentarme
en las dificultades y contratiempos.
María, camina cerquita mío,
acompañame madre buena,
fortalecé mi esperanza
para que sea el motor de mi entrega
el pozo donde beber para seguir,
el refugio donde descansar y retomar fuerzas.
Anudá mi esperanza
al proyecto del Padre.
Dame firmeza y hasta tozudez
para seguir adelante.
Llená mi corazón
de la esperanza que libera
para vivir el amor solidario.
Lo que se espera
se consigue con esfuerzo,
con trabajo y con la vida.
Me confío en tus manos
para que me hagas fuerte en la fe
comprometido en la solidaridad
y firme, muy firme
en la esperanza del Reino. Amén.