El segundo hijo del rey Eduardo VII, el príncipe Alberto, Duque de York, es tartamudo. Cansado de probar con todo tipo de tratamientos, decide darse por vencido. Aunque su esposa Isabel, muy perseverante y decidida, lo convence de trabajar junto a un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue.
El príncipe accede a la propuesta y, a pesar de lo accidentada y desencontrada que comienza la relación entre ambos, terminaran cultivando una amistad inquebrantable que será de gran ayuda y apoyo en la vida del duque; sobre todo cuando al abdicar al trono su hermano mayor, el rey Eduardo VIII, Alberto se convertirá en el Rey Jorge VI. Logue lo ayudará a ir superando los obstáculos que amenazan con impedirle pronunciar las palabras que se verá obligado, como rey, a llevarle a una Gran Bretañia sumida en la incertidumbre de un tiempo históricamente signado por la guerra.
Es una historia que destaca, no solo el valor de la amistad sino también, la importancia de darse la posibilidad de confiar, no solo en nosotros mismos sino en las personas que se animan a compartir el camino ayudándonos a no bajar los brazos.