Anectodas de los Santos – San Pio de Pietrelcina
¡Cuidado por dónde caminas!
Si el cuidaba así a sus hermanos, ¿cuánto más Dios vela por nosotros?
Un hombre fue a San Giovanni Rotondo para conocer al Padre Pío, pero era tal la cantidad de gente que habia, que tuvo que volverse sin ni siquiera poder verlo. Mientras se alejaba del convento sintió el maravilloso perfume que emanaba de los estigmas del padre y se sintió reconfortado.
Unos meses después, mientras caminaba por una zona montañosa, sintió nuevamente el mismo perfume. Se paró y quedó extasiado por unos momentos inhalando el exquisito olor. Cuando volvió en sí, se dio cuenta de que estaba al borde de un precipicio y que si no hubiera sido por el perfume del padre hubiera seguido caminando… Decidió ir inmediatamente a San Giovanni Rotondo a agradecer al Padre Pío. Cuando llegó al convento, el Padre Pío, quien jamas lo habia visto, le grito sonriendo:
– " ¡ Hijo mío ! ¡ Cuida por dónde caminas ! "
Si el Señor proveyó tan admirablemente el cuidado, incluso fisico de este hombre por otro hombre, ¿cuánto más no vela por nosotros directamente, o a través de nuestros ángeles?
Publicación del Diario Cristo Hoy – 6 al 12 de Enero de 2005 – Nº 554