Evangelio según San Marcos 1, 21-28

lunes, 9 de enero de
image_pdfimage_print


En aquel tiempo llegó Jesús a Cafarnaún y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de su enseñanza, pues les enseñaba con autoridad y no como los escribas.

Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
«¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido destruirnos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!»
Jesús le ordenó:
«Cállate y sal de ese hombre».
El espíritu inmundo lo sacudió violentamente y, dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron asombrados y se decían:
«¿Qué es ésto? ¡Una doctrina nueva llena de autoridad! ¡Manda incluso a los espíritus inmundos y éstos lo obedecen».
Y muy pronto se extendió su fama por toda la comarca de Galilea.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa Maria

 

 

 

 

 

 

 

 

Oleada Joven