¿Le abrís? ¿Cuando le abrís la puerta?¿ Cuando te conviene? ¿Cuando estás mal? ¿te acordaste de abrirle también cuando estabas bien y alegre por la gracia que te regalo, por el perdón que recibiste, por las bendiciones diarias y pequeñas? ¿O sólo le abriste cuando te sentías triste, dolorido, hundido? ¿Le abrís todos los días? ¿O le abrís solo el domingo antes de ir a misa y luego lo echas? ¿Le abrís de verdad?
Invitémoslo a pasar todos los días!! Regalémosle la llave de nuestro corazón sólo a ÉL!!!!! Cada día, en cada situación o momento… es nuestro AMIGO, es NUESTRO SEÑOR!!!
¿¿¿Por qué lo dejamos afuera esperando???
¿¿ Por qué lo buscamos cuando nos conviene y cuando sabemos que nos va a decir algo que nos duele o nos molesta, le dejamos la puerta cerrada o peor aún, se la cerramos en su cara??
¿¿Por qué a veces le abrimos la puerta a cosas que nos hacen daño, nos quitan la dignidad, nos alejan de Él?? Y a veces se la abrimos sin dudarlo, pero cuando es Jesús el que llama a la puerta… nos hacemos los sordos, los tontos, ponemos excusas para no abrirle, miramos por la cerradura… ¿por qué tenerle miedo a alguien que sólo quiere nuestra felicidad; que viene a salvarnos, que viene a amarnos, que viene a traernos la verdadera VIDA, que viene a mostrarnos el verdadero CAMINO, que viene a darnos la VERDAD???
Señor Jesús, Amigo y Señor de nuestras vidas,
te pedimos nos perdones por nuestra tibieza, por nuestra mediocridad,
por resistirnos a tu Amor, a tu Palabra, a tu Voluntad, a tu Mirada.
Señor Jesús, queremos regalarte la llave de nuestro corazón, queremos dejarte la puerta abierta para que entres Vos y habites en nosotros,
para que seamos dóciles a tu Voluntad, para que nos dejemos caer en tus manos, para dejarnos realmente AMAR por Vos.
Señor Jesús, danos la paz de sentirnos en tu presencia cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo…
Jesús, Amigo y Señor, pasá a nuestra vida, a nuestro corazón y NUNCA te vayas por favor.
Amén.