Hay días en que no te veo, en que no te quiero ver, ni comprender cómo estás en todo impulsando, abrazando nuestro mundo hacia tu Ser.
Hay días que no te quiero, que no te quiero querer, que quiero ser mío y no tuyo y sueño con entregarme a lo que para Vos es no ser.
Hay días que quiero al mundo girando a mi alrededor, que quiero al tiempo y a los hombres pendientes de mi sinrazón.
¡Hay días que estás tan lejos! y que aún más lejos te quisiera yo para que no interfirieras para que no me muestres el vacío de mi corazón…
A pesar de esos días, mi Señor te pido te quedes siempre cerca que no tengas en cuenta a mi corazón confundido y enojado, haciendo renacer mi fe, haciéndote centro de mi ser perturbado. Amén!
Josefina Errázuriz.