Evangelio segun San Marcos 6, 53-56

domingo, 5 de febrero de
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 En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.



 

Palabra de Dios


 

 

P. Fernando Goicochea- Sacerdote Salesiano

 

 

Una invitación en este día para mirar cómo la gente enseguida reconoció a Jesús. Él en medio de la gente se distinguía, sobre todo, por lo que hacía; “por los frutos lo reconocerán”, nos dijo el mismo Jesús. Y también la gente lo reconocía a Él por los frutos, porque por donde Él pasaba, aunque sea que los tocase con los flecos del manto, la gente quedaba curada. Entonces, enfermos, personas que estaban paralíticos, ciegos, al tocarlos ya quedaban curados.

 

Fijémonos que importante es en estos tiempos que nosotros también sepamos reconocer la presencia de Jesús, porque Él continúa caminando en medio nuestro. El Evangelio termina diciendo “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”, Jesús dice estas palabras. Esta palabra de Jesús nos anima porque sabemos que no caminamos solos, que nuestro mundo no está vaya a saber en qué destinos, en qué manos, no, sino que estamos caminando realmente con Jesús en medio nuestro. Que importante y vital para nosotros reconocerlo.

 

Yo te dejo simplemente tres lugares, tres ámbitos, tres espacios, donde podemos verlo a Jesús presente: uno, propio de estos tiempos de verano para muchas comunidades sería precioso conocerlas una por una, aquí en la radio vamos a ir tratando de ir llegándonos hasta una y otra, pero resulta imposible llegar a todas, porque son muchas comunidades realmente las que hacen misiones en este tiempo. Todos los que han ido de misiones pueden corroborar que realmente ese es un espacio en el que a Jesús lo reconocemos vivo y presente, no solamente por lo que Dios hace entre la gente a la cual vamos a misionar, sino particularmente en aquellos que van como misioneros, porque los misioneros son los primeros misionados. Entonces acá tenemos un primer espacio donde reconocerlo presente a Jesús, en las misiones.

 

Otro lugar es la comunidad, en aquellos vínculos fraternos que se van creando en un grupo, en una iglesia, en una capilla, en una comunidad religiosa o en una comunidad laical, en un movimiento. En esos vínculos fraternos, allí donde están dos o tres reunidos en el nombre de Jesús, allí Jesús se hace presente.

 

Y, después, un lugar particular para nosotros es la fracción del pan, la eucaristía, allí Jesús de un modo, como en ningún otro, se hace presente. En Emaús los discípulos cuando Jesús parte el pan, ahí se dan cuenta que era Él; dicen: “no ardían nuestro corazón cuando veníamos caminando”; y en ese momento es cuando se les abren los ojos.

 

Que precioso que nosotros podamos ir haciendo experiencia de esta presencia de Jesús en la misa, no simplemente una u otra vez, esporádicamente, sino con esta costumbre preciosa que nos va sanando de participar frecuentemente en la misa, durante la semana, el domingo por supuesto. Porque allí vamos a reconocerlo a Él presente.

 

Que tengas entonces con estas reflexiones un hermoso modo de ir encontrándolo a Jesús al lado tuyo durante este día.

 

Que tengas un hermoso día!

 

 

Oleada Joven