Los ojos, las puertas del alma

domingo, 12 de febrero de
image_pdfimage_print

Cuando voy a la iglesia y miro a Maria, esa mirada de madre siento que como madre me consuela. No hace falta nada mas, ninguna palabra, ningun signo, nada. Dejo que esa mirada de Madre bondadosa toque mi alma. Asi yo tambien como mamá cuando mis hijos si golpean y vienen a mi para que los reconforte los abrazo, los miro, los mimo un poco. Creo que si "miramos- viendo" podemos llegar a quien nos necesita, y podemos conectarnos con su interior al decirle con una tierna mirada: "acá estoy, te estoy viendo, te estoy acompañando, no estas solo".  Empecemos a  mirar a nuestro projimo con los ojos del alma, asi como Maria seguramente nos mira como madre que es misericordiosa con sus hijos, que no mira nuestros defectos, que perdona y espera, que anima y reconforta.

 

Patricia Orce