Encontrarme conmigo

lunes, 20 de febrero de

 

Nunca como en nuestros días va tanta gente a los monasterios durante las vacaciones.
En la intimidad contigo mismo descubres las ideas que te mueven a vivir y a trabajar en los diferentes puestos profesionales.
Te agota el contacto diario con el mundo. Entonces, cuando puedes, sientes la necesidad de llenarte del don precioso de tu persona; del amor que sigue bombeando en tu corazón; de los riesgos y peligros que corre tu vida si está vacía de auténticos valores que la plenifiquen; te das cuenta de que el dinero y otras preocupaciones no te satisfacen completamente.

Percibes en tu mundo interior que de vez en cuando se siente agitado y que también le agitan los sufrimientos por la incomprensión de la gente y, por qué no, por la intolerancia que vas acumulando en tu trato con los demás.

 
 
En estas circunstancias, escoges unos días para retirarte fructíferamente a lugares en los que la tranquilidad y el sabor de la oración eleven tu tono vital.
No te vas a un lugar solitario huyendo del mundo; no marchas a estos sitios de paz para refugiarte en ellos.
Te vas, imagino, para encontrar sentido nuevo a tu vida y cargarte con las baterías que te hacen una persona afincada en el mundo sin que sus cosas indignas hagan acto de presencia en ti.

A solas contigo mismo tomas las decisiones que repercuten directamente en tu bienestar personal, en la riqueza de tus dones que has dejado abandonados por el excesivo trabajo y dedicación a tu empresa.
La mejor empresa eres tú mismo. No lo olvides.

¡Vive hoy feliz!
 
 
Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Oleada Joven