Tiempo de cambiar…

martes, 21 de febrero de

 

 

 Señor, qué extraño me resulta este mensaje tuyo:

”Cuando ayunes, perfúmate, para que nadie lo note;

y el Padre, que todo lo ve, te recompensará”.

 

Creo que no es la tristeza, ni las caras largas lo que a Vos te gusta. 

Vos sos Dios de corazones, estás acostumbrado a leer en secreto. 

Vos no querés mi apariencia sino que te gusta mi conversión verdadera.

Mi corazón quiere repetir sin tardar: 

”Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.”

 

 

En éste tiempo llegas a mí pidiéndome renuncia y conversión…

Señor, es bastante fácil sentir tu llamada en los hechos de nuestro tiempo.

Y me es fácil también contentarme simplemente

dando respuestas emotivas, compasivas y de desagrado.

Lo que me resulta difícil es renunciar a mis comodidades, romper mis estructuras,

dejarme arrastrar por tu gracia, cambiar de vida, ponerte en el primer lugar…

Ven Señor, conviérteme!  Amén!


 
 
 

 

Maria Carolina Chahin