Que pueda reconocer, Señor,
un paso, tan solo uno.
No quiero divisar el camino allanado
¿de qué me sirve si no soy capaz de andarlo?
Tan solo quiero reconocer
y elegir el paso próximo.
Para que nuestros caminos se fundan
solo basta mi querer y tu gracia.
Creo divisar algo,
algo que ya he empezado a andar
pero el ego es difícil de domar
se niega a abajarse
a veces lo escucho relinchar
Intuyo que el próximo paso
(y el siguiente)
será hacia abajo.
A veces para alcanzarte
yerro en dónde buscarte.
Qué difícil se me hace
este caminar despojada
de toda vanidad.
Sabes bien que en el fondo
lo único que quiero es
encontrarTe cada día y a cada paso.
También conoces mi fragilidad para amarte,
a veces confundo mi querer con el tuyo
y me empeño en defenderlo
alegando que es en tu defensa.
Perdóname, Señor
Ojalá que mi último alegato sea petición:
Achícame, Señor,
pues allí dentro no cabemos los dos.
Achícame,
quiero hacerte sitio
y que aquí dentro solo me quede
un ego desnudo a tu Verdad.