Evangelio del día según San Lucas 11,29-32

martes, 28 de febrero de
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En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás."



Palabra de Dios

 

 




P. Mariano Cortés Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de 9 de Julio.

 

En el texto Jesús trata muy duramente a la gente que lo rodea y llama la atención porque dice que la gente se agolpaba, se amontonaba para verlo, sin embargo Jesús los reta con dureza. Les dice que ellos buscaban signos, querían ver signos, de hecho si uno toma y ve el Evangelio ve que muy poco antes había hecho un gran signo: había liberado a un hombre de un demonio.

 

Sin embargo, Jesús les dice a ésta gente que ellos buscan signos, pero el único signo, el gran signo que Él tiene para darles es su propia palabra, su propia predicación y su propia persona.Porque en definitiva, Él es gran signo de la presencia del amor y la salvación de Dios. Nosotros muchas veces, también buscamos en nuestra vida signos que nos muestren que Dios está cerca, Jesús es el gran signo. Es el que podemos encontrar esa presencia de Dios,  es en Él donde podemos descubrir esa cercanía de Dios que quiere acompañar cada momento de mi vida.

En este tiempo de Cuaresma, te propongo que lo busques a Jesús, que encuentres en Él el gran signo con el que Dios te está mostrando su amor y su misericordia. Te propongo terminar con una pequeña oración, diciendole al Señor:

"Señor, ayúdame a descubrir en Vos el gran signo del amor del Padre,  ayúdame a no buscar más signos, a no dudar más, a no desconfiar más y a poner solamente en vos toda mi confianza, mi esperanza  y mis expectativas".

 


Te dejo en la  presencia de la Palabra de Dios para que sea tu luz y tu alimento en este día. Y con mi bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.        

 

 

 

 

 

Oleada Joven