Hacer los Ejercicios Ignacianos, tiene como finalidad "buscar y hallar la voluntad de Dios" en la vida concreta de cada ejercitante. Decidir hacerlos es animarse a ir al desierto, lugar donde Dios nos va a hablar al corazón… saber cómo escaparnos a este "desierto", lugar de soledad de un rato en lo de todos los días… Nos dice el P. Angel Rossi en este primer día que el desierto es un lugar de seducción, también de prueba y lucha, y de encuentro con Dios. Dicen que el desierto es un lugar terrible y a la vez fascinante, como las cosas de Dios.
Por eso es en este primer día de ejercicios es importante que busquemos un lugar en la casa en donde sea nuestro propio desierto, de silencio, lugar en donde nos sintamos a gusto, cómodos. "Vamos a encontrar el desierto en la medida que nos liberemos del "chantaje de lo urgente", de los condicionamientos de la apariencia, de la dictadura del hacer" como nos dice el P. Angel Rossi. En el desierto se apunta a lo escencial: en el desierto aprendemos a distinguir lo que es superficial de lo que es superfluo.
Además de un lugar físico concreto en donde rezar, también tenemos que pautar de antemano un tiempo de duración del ejercicio. Es importante que lo hagamos con realismo conforme a nuestras posibilidades y a nuestra práctica en la oración. Si decidimos dedicarle 20 minutos a la oración cada día, es importante cumplirlo, ni más ni menos tiempo del pautado. No depende de cuántas "ganas" tengamos… entonces si estoy "a gusto" me quedo más y si ya me aburrí me voy; es ser fieles a esto que acordamos con Dios.
También es bueno que cuando vayas al lugar de oración tengas a mano un cuaderno y una birome en donde puedas anotar lo que te vaya surgiendo cada día en el ejercicio. Además, tené la Palabra de Dios a mano, porque cada día vamos a ir orando con un texto específico.
A tener en cuenta
Todos los días a las 8hs el P. Angel Rossi y la Hna Marta van a ir dando las indicaciones y la reflexión del ejercicio de cada día. Esta bueno que además del texto que publicamos, también escuches en audio la reflexión del ejercicio. Si no podés a esa hora, se repite a las 20 y las 00 en la sintonía de Radio María. También cada día vamos a ir cargando el audio en este sitio web, haciendo clic en el reproductor debajo del título.
Momento de oración
1- Oración preparatoria: predisponernos para el encuentro con el Señor en el desierto. Intentar acallar las voces interiores.
2- Traer la materia: Se trata de reconstruir la historia de lo que contemplo a partir de los datos. Ayudará leer detenidamente y varias veces el pasaje que quiero contemplar. En este caso tenemos algunas lecturas que nos puden ayudar para este primer día.
Os 2, 16 "La seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré al corazón".
Mc 6, 31 "Vengan a un lugar solitario a descansar un poco"
Mt 11, 28-30 "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados que yo los aliviaré".
Ex 34, 1-5 Cuando Dios hace subir a Moisés al monte
Jr 31, 26 "Pondré mi ley en su interior y escribiré en sus corazónes"
2 Cor 3, 3 "Cada uno de nosotros es una carta de Cristo escrita no con tinta sino con el Espíritu, no con tablas de piedra sino de carne"
Sal 42 "Mi alma tiene sed de Tí"
3- Composición de lugar: tengo que componer la escena, re-crearla, reconstruirla desde los datos que la Escritura me ofrece.
4- Meterme en la escena como si yo estuviera dentro de ella y preguntarme qué me dijo.
5- Coloquio: a partir de lo que he vivido en la contemplación, no me faltarán palabras para pedir, agradecer, alabar o simplemente disfrutar de lo que se me ha dado.