En la piedra en que tropiezo hay regalos escondidos: intentarlo de nuevo; hacerme como niño; aprender que sí lo puedo si me sé tu hijo; entender al compañero que cayó en lo mismo, y buscar lo verdadero pues no hay mejor camino. ¡Qué grande el arquitecto que levanta este edificio con la piedra que desecho y a lo lejos tiro! Hoy la encuentro de nuevo y de frente la miro, con piedad la beso, …¡y te bendigo!
Javier Albisu S.J.
Fuente: javieralbisusj.wordpress.com- Diálogos con el Hijo Pródigo