En este día, Cristo pasa junto a la ribera de tu vida joven.
Presta atención a su llamado y síguele decididamente, como lo hicieron un día aquellos discípulos a quienes el Maestro les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Cristo tiene necesidad de cada uno de ustedes como la tuvo de Pedro, de Santiago y de Juan. Ustedes son las manos, los pies, los ojos, la mente, el corazón de Jesucristo. Son los canales y los medios por los que Él se va a comunicar a la humanidad.
¡Qué honor el que les hace Cristo! ¡Qué dulce y abrumador el peso que hoy coloca sobre sus hombros jóvenes! Es el peso imponderable de la redención, en la que se contiene la felicidad personal y eterna de cada hombre…
Fuente: churchforum.org