Evangelio segun San Lucas 6, 1-5

viernes, 3 de septiembre de
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Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados -que sólo pueden comer los sacerdotes-, comió él y les dio a sus compañeros". Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado".

Palabra de Dios





 Reflexión: Monseñor Eduardo Martín | Obispo de la Diócesis de Rio Cuarto

 

Queridos jóvenes en este sábado, nuevamente Jesús es probado por los fariseos que tienen una interpretación del descanso del sábado muy particular, donde supeditan todo a un cumplimiento formal de la ley. Los discípulos tenían hambre y entonces arrancan unas espigas para comer y entonces los fariseos lo ponen a prueba a Jesús, diciendo que eso no esta permitido.

En realidad son formalistas y leguleyos, creen que cumpliendo minuciosamente una serie de normas, alcanzan la salvación y no que la salvación sea un don de Dios, que viene a quien realmente se abre de corazón. Y jesús proclama aquí esta autoridad que Él tiene, el hijo del hombre es dueño del sábado. Porque es el quien estableció como Dios que es la ley y por eso ha puesto el sábado al servicio del hombre y no el hombre al servicio del sábado.

Queridos jóvenes pidamos tener siempre un corazón auténtico, un corazón que quiera vivir de verdad la ley de Dios, no vivir en un formalismo o en un fariseísmo que nos mata, que nos asfixia, sino que vivamos con esa libertad de los hijos de Dios que tiene siempre como ley suprema el amor.

Hasta el próximo sábado, si Dios quiere!.

 

 

Oleada Joven