Vigilar la llegada de la promesa

viernes, 30 de marzo de
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Mi alegría es vigilar, esperar junto al camino, donde la sombra va tras la luz, y la lluvia sigue los pasos del verano. Mensajeros, que traen nuevas de cielos desconocidos, me saludan y siguen aprisa por la senda. Mi corazón late contento dentro de mí, y el aliento de la brisa que pasa me es dulce.


Del alba al anochecer, estoy sentado en mi puerta. Sé que, cuando menos lo piense, vendrá el feliz instante en que veré.


Mientras, sonrío y canto solo. Mientras, el aire se está llenando del aroma de la promesa.

 

Rabindranath Tagore

 

Oleada Joven