Evangelio del día según San Marcos 16,9-15.

sábado, 14 de abril de
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Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban.
Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Daniel Tejeda Sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

La Palabra nos sitúa ante un Jesús resucitado que se presenta junto a sus discípulos, ante los once que permanecieron en la fe (sabemos que uno de ellos ya no estaba, y por eso lo destaca el texto). Este Jesús superador, victorioso, lleno de gloria, se presenta una vez más junto a sus amigos, sus elegidos, con quienes compartió su vida y su enseñanza. Les deja un enorme desafío, que es un estilo de vida, para los apóstoles y para todos nosotros. También hoy nos dice que vayamos y anunciemos el Evangelio a toda la creación. Vayan. El salir, el dejar atrás la vida común, la de todos los días. Vayan a lo desconocido. Vayan teniendo los mismos sentimientos de Cristo, como nos dice San Pablo: mirar como Él, mirar con Él, para llevar el fuego del Evangelio. Anuncien el Evangelio a toda la creación, que no quede rincón sin iluminar por la gracia de la Palabra. Jesús mismo es el mensaje que tenemos que ir encarnando, asumiendo como los apóstoles y llevarlo a todo lugar, en todo momento. El Señor nos invita y nos desafía. Ya no dicen síganme, vengan y vean, sino que ahora Jesús nos envía, nos manda, nos invita a ir, aparentemente, solos (pero sabemos que Él nos prometió que estaría con nosotros hasta el final).
 
Aquí está la clave: que asumamos como propios los desafíos de su corazón, hacer nuestro su amor, su mirada generosa y abarcativa, que supera las diferencias, las fronteras humanas de este mundo.
 
Hoy que recordamos a San Pablo, el mensaje es poder encontrar y reconocer a Jesús, para poder llevarlo a los demás. Reconocer que Jesús nos eligió y nos llamó para ser apóstoles, para aprender de Él y luego predicarlo, anunciarlo y vivirlo, y en nuestra vida cotidiana, en lo sencillo y concreto de todos los días,  hacer realidad este mensaje.

Sin dudas, hoy es un día de gracia: Él nos invita a reconocerlo en nuestra vida y nos hace capaces de llevar la Buena Noticia por todo el mundo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.

 

 

 

Oleada Joven