Evangelio del día según San Juan 6,16-21.

viernes, 20 de abril de
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Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. El les dijo: "Soy yo, no teman". Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

La Palabra de Dios nos invita a reflexionar en este día sobre un pasaje del Evangelio de Juan que esta ubicado luego de la Multiplicación de los Panes que se proclamó justamente en el día de ayer. Dice el Evangelio que después de ese hecho los discípulos sin la presencia de Jesús deciden subir a la barca y que apenas salía de la orilla comenzó a hacer cascadas por los fuertes vientos, todo se vuelve violento y amenazante y un gran temor se apodero de todos ellos.

Esos fuertes vientos que a veces quieren derribar todo lo que encuentra en el camino me hacía pensar en la misma vida que nos toca vivir, y concretamente las dificultades que a veces tenemos que enfrentar. Es en esos momentos cuando nuestra fe y nuestra confianza en Jesús nos hace descubrir que esta siempre ahí, pronto a darnos una mano, haciendo desaparecer los miedos que nos paralizan. Eso fue precisamente lo que paso con los discípulos, solo la presencia de Jesús en medio de las dificultades fue capaz de vencer sus miedos, solo basto escuchar sus palabras para que los discípulos puedan llegar a puerto seguro.

Ojalá que vos también en todo momento seas capaz de escuchar la voz de Jesús que clama en tu corazón diciéndote: Soy yo, no tengas miedo. Seguramente saberte acompañado por Aquel que nunca abandona, seas capaz de enfrentar con valentía las dificultades de la vida, apoyándote en Jesús que sale a tu encuentro, y no solamente en tus propias fuerzas, podrás decir al igual que San Pablo: Yo lo puedo todo en Aquel que me conforta. En este día que celebramos a María bajo la advocación de Nuestra Señora del Valle pongamos también bajo su amparo todos nuestros problemas, Ella que es nuestra intercesora seguramente llevará hasta Jesús todos nuestros ruegos. Que tengas un día lleno de bendición. Amén.

 

 

 

Oleada Joven