Cuando el mundo llegue a su fin, vendrá Cristo, visible para todos.
Las conmociones dramáticas (Lc 18,8; Mt 24, 3-14) anunciadas en la Sagrada Escritura, la maldad que se mostrará sin disimulo, las persecuciones que pondrán a prueba la fe de muchos, son sólo la cara oscura de la nueva realidad: la victoria definitiva de Dios sobre el mal se hará visible. La gloria, la verdad y la justicia de Dios saldrán a la luz resplandeciente. Con la venida de Cristo habrá <un cielo nuevo y una tierra nueva>. <Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto, ni dolor, porque lo primero ha desaparecido> (Ap 21 1,4).
Material extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica.
Ediciones Encuentro, Madrid 2011
Capítulo Segundo: Creo en Jesucristo
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