Evangelio del día según San Juan 14,1-6.

jueves, 3 de mayo de
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 "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy". Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí."

 

Palabra de Dios

 

 


 

 P. José Navarro Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Tucumán



Como todos los años, en el cuarto domingo de pascua meditamos sobre la imagen de Cristo como Buen Pastor; y es por eso que en toda la Iglesia, en este día, se reza de una manera intensa por las vocaciones de especial consagración (por las vocaciones sacerdotales y religiosas). Y esta imagen de Jesús como Buen Pastor, es la que sigue iluminando esta cuarta semana del tiempo pascual.

 

Nuestro Buen Pastor nos tranquiliza el corazón, nos infunde confianza. Como dice el salmo 23: “aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad” (sal23,4). Jesús nos invita a dejar de lado el miedo: “no se inquieten…”.Pero si te das cuenta, la palabra de Dios no se refiere a que tengamos una actitud temeraria ante la vida, sino que tenemos que ser prudentes; tenemos que cuidar nuestra vida.

 

Por eso Jesús en el evangelio dice: “confíen en Dios y confíen también en mi…”. La confianza a la que nos invita Jesús es fruto de la fe. Jesús nos invita a que vivamos unidos a él, y más sobre todo cuando se dan esos momentos difíciles de la vida, y que nos ponen ante situaciones límites.

 

Si crees en Jesús, tenés que confiar en Él. Y no sólo hablo de creer en Dios, que es una actitud un poco intelectual, sino que me refiero a creerle a Dios, que tiene que ver con el corazón. Le creo a Dios, le creo a Jesús porque lo amo; y sé, que él me ama, y porque me ama nunca me abandona.

 


 

 

Oleada Joven