Ven y verás

martes, 7 de febrero de

Vení y ve porque has visto algo

pero lejos estás de haberlo visto todo

 

Algo has entendido

de la hondura del amor

pero lejos estás de abarcarlo

en su inmensidad

 

Vení y ve,

descalzate de lo que ya sabés,

confiá como la primera vez,

caminá tu sendero en humildad

 

Ni maestra, ni entendedora,

ni profeta, ni elegida,

sino discípula amada

llamada a amar y servir.

 

Allí donde hoy estés,

haciendo camino con otros,

compartiendo el andar,

festejando otros pasos,

dejándote abrazar

y a veces cargar cuando

ya no puedas más

 

Es que te vas a romper

más de una vez,

es la ley de la vida,

la contracara del amor

es el dolor

 

Y aun así vale el riesgo,

la entrega,

la vida toda dada sin medida,

sin motivos ulteriores,

sin deseos vanos

más que el anhelo

de responder a una llamada:

“Sígueme”

y en esa respuesta

irte gastando,

aprendiendo a cada paso,

abierta a desprenderte de lo sabido

para dejarte sorprender por lo nuevo

 

Humilde aprendiz

del arte de vivir,

en el camino del seguimiento

de Cristo para en todo amar y servir.