Evangelio del día según San Juan 15,1-8

domingo, 6 de mayo de
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Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Andrés Peirone Sacerdote Salesiano de Don Bosco

 

En éste 5º Domingo de Pascua, la Iglesia nos regala el evangelio de San Juan en el capítulo 15, es ese texto que ya conocemos mucho y es tan bonito… Jesús nos dice que Él es la vid, la verdadera vid, que el Padre es el viñador, nosotros somos los sarmientos, esas ramas de la vid, y el Padre es el que va podando esas ramas  para algo, las poda para que den más fruto, para que puedan tener más vida, para que pueden realmente crecer bien. Es un gesto de amor ,cuidado y atención del viñador, aunque a veces no cueste esa poda, pero siempre es para bien.

 

Hoy la Palabra llega a nosotros mostrándonos en nuestra vida, como tenemos que sentirnos en relación con Dios. Cada cosa que nos pasa, cada signo de crecimiento y cada momento de poda, siempre son acompañados por el viñador, por este Dios que está cercano a tu vida y a mi vida, y que nos pide que demos fruto.

 

En éste día celebramos a un santo joven, de 15 años, Domingo Savio, un santo que en sus pocos años, como adolescente, pude ser un sarmiento, una rama de ésta Vid que dió mucho fruto, un santo que pudo entregarle al Viñador lo mejor de sí, que vivió este dar frutos en la generosidad, en el amor, en vivir a pleno la amistad con sus compañeros…el vivir totalmente abrazado de Jesús, que es la Vid.

Que hoy nosotros podamos vivir así, amén!
 

 

 

 

Oleada Joven