Evangelio segun San Juan 16,5-11

lunes, 14 de mayo de
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Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?'. Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido.
Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré. Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio. El pecado está en no haber creído en mí. La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán. Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado.
 



Palabra de Dios




Pbro. Héctor Ortiz



 

El Señor nos va a decir: “el pecado está en no haber creído en mí”. Ese es el reclamo de nuestro Señor, nos reclama no creerle a Él. Eso le reclamaba a los judíos, a los apóstoles, y también hoy nos reclama a nosotros. Hoy mucha gente no cree en Dios, incluso nosotros los que nos llamamos creyentes, practicantes, nos cuesta creerle a nuestro Señor, nos cuesta adherir nuestra voluntad a la voluntad del Señor. Ese es el desafío más grande que tiene el cristiano.

 

Hoy el Señor nos pide más que nunca que le creamos; si Dios te dice en el Evangelio que te va a dar la paz, es porque te va a dar la paz; es Palabra de Dios, no es palabra de los sacerdotes, de los obispos. El Evangelio es Palabra de Dios, si Él te dice que te envía el Espíritu, te envía el Espíritu; si Él dice que te va a salvar la vida, te la va a salvar; si te dice que te perdona los pecados, te va a perdonar los pecados; porque es Dios y no miente. Nosotros los hombres somos mentirosos, pero Dios no, Él es veraz, no se engaña, ni puede engañarnos, ni quiere engañarnos, siempre nos transmite la verdad.

 

Hagamos el esfuerzo de acrecentar nuestra fe; le creamos a Él, porque es cuestión de fe, es adherirnos a Él.

¿Cómo vamos a creer en Dios?, rezar, ¿cómo vamos a acrecentar nuestra fe?, orando. Debemos rezar a la mañana, debemos rezar a la noche; los enfermos deben ofrecer su dolor y su sufrimiento; debemos meditar el Evangelio diariamente; es la manera de acrecentar nuestra fe y de creerle a Dios.

 

Hermano, hoy el Evangelio te invita a que acrecentemos nuestra fe, a que hagamos una adhesión más firme. La fe no pasa solamente por los sentimientos, la fe es una adhesión: le creo a Dios y me adhiero a su Palabra, le creo a Él y hago su voluntad y cumplo su voluntad. Pasa por una decisión, no pasa por el sentimiento, porque el sentimiento es relativo, un día lo tengo y mañana no; hoy tengo ganas de rezar y mañana no. La fe tiene que ser una adhesión constante a nuestro Señor.

 

La propuesta de este Evangelio es que le creamos a Él, es que creamos que Él es el Dios de nuestra vida. Déjalo que el Señor obre en tu vida y vas a ver como Él hace maravillas, déjalo que él sea el rey, el príncipe de tu corazón y vas a ver cómo Él obra interiormente, te sana, te libera, te fortalece, te da la paz interior; pero claro debemos adherirnos a Él.

Pidámosle entonces esa gracia a nuestro Señor. 

 

 

Oleada Joven