Evangelio según San Juan 17,11b-19. .

lunes, 21 de mayo de
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 "Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad."

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Cavero

El evangelio nos propone algo maravilloso para nuestra vida cotidiana y crecimiento espiritual, ya podríamos decir que estamos suplicando a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, la presencia dinámica del Espíritu Santo.Estams llamados a profundizar en el cenáculo durante estos días, pero para eso tenemos que valorar lo que nos da la Iglesia: la comunión y la apertura por el Espíritu Santo.

 

Jesús tranforma su preocupación en plegaria: "Cuídalos en Tu nombre, en nombre que tú me diste para que sea uno como nosotros". Todo lo que hizo Jesús en vida lo hizo en su Nombre, Jesús es la manifestación del hombre de Dios. En el sermón de Pentecostés , Pedro dice que Jesús, por su resurrección, fue constituído Señor.

Jesús, Cristo el Señor, es el Nombre sobre todo nombre, el nombre de Dios, recibido en un rostro concreto: Jesús de Nazaret y es en torno a éste nombre que hay que construir la unidad.

Dice Jesús: "Guárdalos en tu Nombre, el nombre que tú me diste para que sean uno como nosotros". Jesús quiere la unidad de las comunidades, para que puedan resistir frente al mundo que los persigue, el pueblo unido alrededor del nombre de Jesús, jamás será vencido.

Jesús se está despidiendo, dentro de poco se irá, los discípulos continúan en el mundo, serán perseguidos, tendrán aflicciones, están tristes…  Jesús quiere que tengan alegría plena, ellos tendrán que continuar en el mundo, sin formar parte del mundo, esto significa bien concretamente, vivir en el imperio, ya sea romano o neoliberal, sin dejarse contaminar con él.

Finalmente, Jesús nos pide que seamos consagrados respecto de su persona y Dios Padre. Jesús se manifestó en la medida en que en su vida fue revelado al Padre. Pide que sus discípulos entren en el mismo proceso de santificación, la misión de ellos es la misma que la de Jesús, ellos se santifican en la misma medida en que viviendo el amor, revelan a Jesús y al Padre.

Santificarse significa volverse humano como lo fue Jesús. Decía el Papa León Magno: Jesús fue tan humano pero tan humano como solo Dios puede ser humano. Es por ello que debemos vivir en el mundo sin ser del mundo ya que el sistema deshumaniza la vida humana y la vuelve contraria a las intenciones del Creador.

Para reflexionar te dejo esta pregunta: ¿vivis hoy como Jesús vivió en su tiempo o adaptás tu fe a los valores muchas veces anticristianos de la sociedad actual?

 

 

 

 

Oleada Joven