Entre palabras y silencios

martes, 5 de junio de
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Les he comentado ya en varias oportunidades que tengo muchos amigos que dedican sus vidas a actividades muy distintas. Algunos de ellos son músicos. De ellos aprendí a valorar el silencio como espacio y presencia de la música en otro “envase”. Mucho hay en un silencio entre tantas notas y melodías. De un silencio brotan otros espacios y nuevas presencias.

Algo así también me sucede con la oración. Allí donde ahondo mi encuentro con Dios también me encuentro en mi mejor versión: la que da lugar a la reflexión, a la mirada profunda, a tocar con el corazón orante a quienes van pasando dentro de él aunque físicamente estén lejos.

La voz interior que escuchamos en nuestros tiempos de silencio es lo que somos sin maquillaje ni trajes de ocasión. Buscar ese encontrarnos con nosotros mismos forma parte de nuestro ser humanos en verdad y libertad, sin  corsets culturales ni presiones sociales. Y allí —como bien dice el poeta— “mi soliloquio es plática con ese Buen Amigo…”

 

 

El silencio da lugar al otro. ¿Cuántos filósofos, escritores, sociólogos expresan en sus diferentes disciplinas que “la otredad” es una categoría que tenemos que revalorizar para entendernos como individuos, como sociedad, como planeta? El otro nos completa, nos cuenta de nosotros, nos hace permeables a lo nuevo y diferente. Nos ayuda a comprender la realidad. Y ojo que el otro no es un espejo: es otro.

El 17 de mayo se festejó el Día de Internet. Les comparto que no con pocas dudas y con muchas ignorancias, hace más o menos un mes entré a Facebook y Twitter. Allí cuento a mis ciberamigos algunas de las actividades en las que estoy trabajando y algunas reflexiones que van surgiendo. Mis direcciones son en Facebook Jorge Lozano, y en Twitter @MonsJorgeLozano.

Le agradezco a Dios que dé al hombre la inteligencia y la voluntad para crear estos espacios en la virtualidad, lugares de encuentro e información, que invitan a nuevos modos de vinculación entre las personas. Que hagamos brillar el mensaje de Jesús también allí y que también sea ese un lugar donde nos distingan por cómo nos amamos.
 
 
Monseñor Jorge Eduardo Lozano
Obispo de Gualeguaychú y titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social 
 
 
 
Fuente: obispadogchu.org.ar- Extractos artículo "Entre palabras y silencios"
 

 

Oleada Joven